Por: Taniber Otero
A través de los años la tecnología se ha convertido en nuestra mejor aleada. Gracias a esta se han logrado enormes avances en la medicina, transportación y comunicación. Por otra parte la tecnología nos ha facilitado grandes herramientas en nuestra vida diaria. Es decir hoy día ya no tenemos por qué gastar gasolina e ir a las instituciones gubernamentales para esperar horas interminables en una fila kilométrica y todo gracias al internet. Gran parte de los trámites como pagar la luz, el agua, el celular y las cuentas podemos hacerlo en línea. Ahora es posible monitorear nuestras cuentas bancarias e incluso hacer transferencias vía internet. Si vemos todas las cosas positivas que tiene el internet ¿por qué no le sacamos provecho? Claro todo en exceso no es bueno, porque también hay cierto temor hacia la adicción que el internet puede causar, “pero en la vida el que no arriesga no gana”. Si ponemos de nuestra parte y hacemos un esfuerzo por aprender a manejar una computadora y sumergirnos en este mundo tan maravilloso de oportunidades y beneficios entonces el riesgo valdrá la pena.
Particularmente conozco personas e incluso profesionales como maestros, que apenas saben como encender una computadora. Esto es sumamente frustrante porque nos enfrentamos a una generación de jóvenes que su vida gira en torno a la tecnología, entonces si sus maestros no están preparados y no conocen su mundo y encima de esto siguen utilizando los mismos métodos aburridos de hace 50 años atrás, me parece que no van capturar la atención del estudiante. El maestro debe utilizar la tecnología como un medio para facilitarle la información y hacer tareas que fomente la creatividad en el estudiante. Se trata de llamar su atención pero sobre todo el maestro debe sumergirse en este mundo donde podría obtener grandes beneficios que se reflejarán en las calificaciones de sus alumnos.
Pero no me voy a detener solo en los profesionales porque las amas de casa, también deben a prender a manejar los dispositivos tecnológicos. Me refiero a que no deben intimidarse por el simple hecho de ver un dispositivo con múltiples botones como los celulares. Mi madre aun no puede enviar un mensaje de texto con un celular que ya está obsoleto y si intento enseñarle con un celular de pantalla táctil es peor porque cree que será más difícil, cuando es todo lo contario la tecnología se simplifica cada vez más. Las personas temen al cambio pero tampoco tienen el suficiente interés como para dar un primer paso. Ya le he platicado sobre todos los trámites que se pueden realizar desde el hogar y aun así no demuestra interés en aprender. La tecnología está al alcance de nuestras manos y no necesitamos un auto para realizar diligencias, esto trae más beneficios consigo como: mayor tiempo para realizar tareas del hogar u otros asuntos, se economiza gasolina, menos contaminación ambiental y la reducción del uso del papel (menos arboles que talar).
Personalmente no me considero una persona erudita en el tema de la tecnología, pero trato de mantener mi mente abierta para aprender más sobre la tecnología porque vivimos en la era de la informática. A mí nadie me enseñó como utilizar una computadora y mi primera computadora la tuve a los 11 años y recuerdo que mis primeros trabajos en Word fueron un desastre, pero poco a poco mejoré y aprendí a navegar en el internet donde está la gran biblioteca mundial, donde se puede aprender mucho si lo utilizamos de manera positiva. Hoy tengo 22 años y aun sé que me falta mucho por aprender, por ello este blog está dedicado a las personas que al igual que yo no padecen de tecnofobia y prefieren estar abiertos a nuevas ideas y conocimientos pero sobre todo están dispuestos a enfrentar el cambio.
Muy interesante y muy cierto todo lo que dices. Pienso que lo que vemos hoy día en el crecimiento de la tecnología, solo es una sola parte mimina de lo que veremos en un futuro y no hay el porque tener miedo a esos cambios cuando en realidad nos pueden beneficiar mucho.
ResponderEliminarEso es muy cierto Rocío ¡aun falta más! ay que dejar el temor atrás y darle la bienvenida a los avances tecnológicos.
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